En los tiempos de bonanza económica en los que nos encontramos, los trabajadores sólo abandonan su puesto de trabajo ante una oferta mejor. Según el estudio de InfoJobs sobre las tendencias laborales, un 58% de los candidatos están trabajando actualmente pero estarían interesados en cambiar.
Muchos de ellos no están en búsqueda activa de trabajo.
En este perfil de candidatos se pueden encontrar talentos altísimos, pero inaccesibles a través de los métodos tradicionales. Las tácticas de las empresas para hacerse con los servicios de este tipo de candidatos deben ser distintas a las que se han usado hasta ahora.
El candidato que no quiere cambiar de empleo comprará la prensa de los fines de semana, pero no pasará por las páginas de clasificados. El candidato que no quiere cabiar de trabajo seguirá dado de alta en InfoJobs, pero no realizará búsquedas activas.
Las Compañías no pueden sentarse a esperar que los candidatos les lluevan. Deben ir a por ellos, pillarles al vuelo y ofrecerles algo que les haga dudar. Muchas veces el salario no lo es todo, con lo que fórmulas como formación, mejores horarios, beneficios sociales, retribución en especias, etc. son elementos a tener en cuenta a la hora de hacer el marketing de una oferta de empleo.
Añadido al mensaje, los canales empleados deben cambiar. Publicar una oferta de empleo puede no ser suficiente y quizás debe ir acompañado de un planteamiento de marketing para llamar la atención (con mensajes quirúrgicamente precisos) de esos candidatos pasivos.
Las Newsletters que llegan al correo de los potenciales candidatos toman un peso importante en las campañas de reclutamiento, comprar Adwords y plantar trampas por la red u otros métodos empiezan a ser vitales para impactar en estas bolsas de talento.
Por qué esperar? Por qué no ir a por ellos antes que lo haga el resto?
El otro día me llamó la atención cómo aparecen las ofertas del sector tecnológico.
En muchos casos, en ofertas por Internet (que se supone pueden ser más específicas que un anuncio en prensa) te encuentras una retahíla de tecnologías y siglas que sólo comprenden los iniciados. En pocos casos te encuentras una descripción del trabajo a realizar o del perfil de persona que buscan.
La impresión que dan estos anuncios es de “búsqueda de carne barata”, no de querer encontrar una persona con unas características determinadas. Parece que da igual quién y cómo seas y lo que sabes hacer si eres capaz de descifrar la mitad de las siglas.La verdad es que atraen poco, y mira que es fácil hacer clic.
Efectivamente: ya no estamos en el 2002…