Y no es sólo el conocimiento. Yo personalmente elijo la oficina bancaria a la que voy, dependiendo de la persona que me atiende.
Ultimamente con tantas prejubilaciones ir al banco es como ir a la carnicería (sacando el numerito y todo) o al mostrador de la teletienda (para que te intenten vender una sartén, un DVD o un seguro de vida).
Están equivocados. Al final a los clientes no nos queda más remedio que tragar y elegir entre lo menos malo, por eso ellos cada vez ganan más dinero y refuerzan su comportamiento. Pero como esto siga así no tengo la menor duda de que acabará rompiendo y ya será tarde.
Si intentas aumentar tus beneficios a base de reducir costos ¿hacia donde vas? Hacia costes CERO, es decir hacia la desaparición. No es el camino, el camino es aumentar los beneficios generando más valor y con las prejubilaciones claramente están destruyendo valor.
Me estoy enrollando demasiado. Perdona, mejor escribo yo un post en mi blog.
Agradezco tu comentario… porqué, además, no eres la única persona de mi entorno que piensa que las decisiones basadas en el precio son un error y que se está llegando a niveles inauditos.
Se juega con la seguridad, la confianza del cliente, el servicio, la calidad, etc. por el precio.
Hace unas semanas, por cierto problema familiar, me vi en la obligación de solicitar un pequeño (realmente pequeño) préstamo al banco, más concretamente a La Caixa.
Hasta ahora siempre había estado muy contento con la atención recibida en mi oficina de siempre, el señor Ramírez (desde hace años me atendía él) nos conoce a mi y a mi mujer y siempre nos ha tratado excelentemente, incluso diría que con cierto cariño.
El caso es que por desgracia al sr. Ramírez lo prejubilaron hace poco más de dos meses (rozaba los 60 años) y ahora es Fran quien me atiende. La cosa ha cambiado radicalmente. Lo que el año pasado hubiese solucionado en un rato se ha convertido en toda una odisea, me han pedido tantos datos y papeles, y de una manera tan fría e impersonal, que me han hecho sentir como un mendigo. El resultado ha sido que he cancelado mi cuenta en esa entidad bancaria.
Me pregunto a cuanta gente le habrá pasado lo mismo y han elegido igual camino… y me pregunto si a estas empresas les importa lo más mínimo.
La verdad es que estoy seguro de que en la mayoría de las prejubilaciones la empresa pierde. Ahorrará costes salariales, ya que el joven cobrará menos que el profesional de 55 años, pero perderá en confianza del cliente, en imagen de cara al público (la gente pensará que por que cambian tanto de empleado), en conocimientos y, sobretodo, en experiencia, en saber hacer.
Realmente es una pena.
[…] Poco a poco los trabajadores más jóvenes deberán ir sustituyendo a los mayores, pero al igual que comentaba hace unos días, se deben aplicar medidas para que el conocimiento no se pierda en los perfiles o sectores de más especialización. En el artículo se indica que en “muchas empresas están adoptando foros de intercambio de información entre las personas que van a jubilarse y aquellos que llevan algún tiempo incorporados en plantilla“. […]
Y no es sólo el conocimiento. Yo personalmente elijo la oficina bancaria a la que voy, dependiendo de la persona que me atiende.
Ultimamente con tantas prejubilaciones ir al banco es como ir a la carnicería (sacando el numerito y todo) o al mostrador de la teletienda (para que te intenten vender una sartén, un DVD o un seguro de vida).
Están equivocados. Al final a los clientes no nos queda más remedio que tragar y elegir entre lo menos malo, por eso ellos cada vez ganan más dinero y refuerzan su comportamiento. Pero como esto siga así no tengo la menor duda de que acabará rompiendo y ya será tarde.
Si intentas aumentar tus beneficios a base de reducir costos ¿hacia donde vas? Hacia costes CERO, es decir hacia la desaparición. No es el camino, el camino es aumentar los beneficios generando más valor y con las prejubilaciones claramente están destruyendo valor.
Me estoy enrollando demasiado. Perdona, mejor escribo yo un post en mi blog.
Agradezco tu comentario… porqué, además, no eres la única persona de mi entorno que piensa que las decisiones basadas en el precio son un error y que se está llegando a niveles inauditos.
Se juega con la seguridad, la confianza del cliente, el servicio, la calidad, etc. por el precio.
[…] Pues a raíz de un post de David Monreal, ha salido una discusión muy interesante en La maldición de Sísifo. […]
Un ejemplo (caso real):
Hace unas semanas, por cierto problema familiar, me vi en la obligación de solicitar un pequeño (realmente pequeño) préstamo al banco, más concretamente a La Caixa.
Hasta ahora siempre había estado muy contento con la atención recibida en mi oficina de siempre, el señor Ramírez (desde hace años me atendía él) nos conoce a mi y a mi mujer y siempre nos ha tratado excelentemente, incluso diría que con cierto cariño.
El caso es que por desgracia al sr. Ramírez lo prejubilaron hace poco más de dos meses (rozaba los 60 años) y ahora es Fran quien me atiende. La cosa ha cambiado radicalmente. Lo que el año pasado hubiese solucionado en un rato se ha convertido en toda una odisea, me han pedido tantos datos y papeles, y de una manera tan fría e impersonal, que me han hecho sentir como un mendigo. El resultado ha sido que he cancelado mi cuenta en esa entidad bancaria.
Me pregunto a cuanta gente le habrá pasado lo mismo y han elegido igual camino… y me pregunto si a estas empresas les importa lo más mínimo.
La verdad es que estoy seguro de que en la mayoría de las prejubilaciones la empresa pierde. Ahorrará costes salariales, ya que el joven cobrará menos que el profesional de 55 años, pero perderá en confianza del cliente, en imagen de cara al público (la gente pensará que por que cambian tanto de empleado), en conocimientos y, sobretodo, en experiencia, en saber hacer.
Realmente es una pena.
[…] Poco a poco los trabajadores más jóvenes deberán ir sustituyendo a los mayores, pero al igual que comentaba hace unos días, se deben aplicar medidas para que el conocimiento no se pierda en los perfiles o sectores de más especialización. En el artículo se indica que en “muchas empresas están adoptando foros de intercambio de información entre las personas que van a jubilarse y aquellos que llevan algún tiempo incorporados en plantilla“. […]