Juan Palacios, el profesor del que ya he hablado alguna vez, ha editado su primer libro: El crucigrama, retos e ideas para desaprender a pensar.

Este hombre me da miedo porqué sólo el prólogo ya asusta:

Este libro es una plataforma, un sustrato, un soporte donde experimentar, donde desaprender, donde vivenciar, donde pensar sobre cómo pensamos. Es un espacio vital que vehiculiza la posibilidad de construir (o des-construir) experiencias vitales emergentes, que puedan ayudarnos a desaprender a pensar, para reaprender a ser. Por tanto, es un libro con vocación holística, que parte del pensamiento, pero que pretende conectar, desde la interdependencia, con el sentir y con el hacer; y que, por tanto, nace con vocación de acercarse a lo esencial. Es un libro que, en vez de apilonar tochos en la obra del pensar, aspira a construir la catedral del ser.

Su contenido está basado en la experiencia docente de su autor, que recoge treinta casos de empresa, cuya resolución por parte del lector implica la puesta en marcha de diferentes tipologías y estrategias de pensamiento.

En él se pretende provocar y perturbar su homeostasis cognitiva, y acompañar y facilitar el proceso de auto-re-descubrimiento de sus estructuras de pensamiento y de sus mecanismos para plantear y resolver problemas y para tomar decisiones. En definitiva, un libro vivencial y experiencial, para, a través de la acción, aprender a desaprender a pensar.

Espero que se aparte de palabras demasiado filosóficas como su famoso pancebir y que la forma no nos aleje del fondo. En persona lo consigue porqué cuando ve demasiadas caras de incredulidad, se apea de la moto y explica lo que haga falta.

Éste es él:

Juan Palacios Gil es doctor en psicología y cuenta con más de 20 años de experiencia como consultor y formador en entornos organizacionales. Él se define como un buscador. Un buscador embaucador estratégico de buscadores. Un provocador que trabaja desde el vacío fértil y desde la indeferencia creativa. Que cultiva y difunde la perturbación. Que aleja a las personas de su zona de confort y que las aboca al extremo del caos. Un buscador/provocador que alienta al desaprendizaje, a la deserción de las certezas y a la apostasía de los pensamientos y de los sentimientos prestados. Un generador de microterremotos que ubican su epicentro en las convicciones convencionales y en los modelos vitales (mentales y emocionales) automáticos, inconscientes y secuestradores.

Si queréis una buena sacudida mental, os lo recomiendo. Todavía no lo he leído, pero supongo que esta tarde lo compraré.

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