Una de las ventajas de un proyecto en internet es que tienes a tu disposición una cantidad ingente de formas de probar cosas con un riesgo muy bajo. A menudo cuesta muy poco (en tiempo y, en consecuencia, en dinero) hacer una prueba para saber si andamos sobre seguro o si lo que pensábamos no es del todo cierto. Hay formas de disipar la incertidumbre sin tener que hacer un todo a nada.
Una de las principales prácticas que acostumbro a fomentar entre las startups con las que colaboro es la de generar la capacidad de mostrar mensajes segmentados a sus usuarios. En internet, les digo, es que no existe una bala de plata… pero lo bueno es que no sólo tienes una de las normales.
La mayoría de startups con las que hablo tienen el Lean Canvas en la pared. Genial. La herramienta sirve para poder plasmar los elementos clave del negocio, pero no hay ningún tipo de métrica que nos indique qué parte es la que es más crítica o en qué parte se nos enganchan los usuarios. Hay que complementar el Lean Canvas con otras herramientas que nos permitan mover las palancas del negocio.
Prueba, pero prueba lo que importa ahora
Es fácil, una vez has interiorizado la mecánica, darse cuenta de que testear cosas tiene su lógica. Primero es importante saber en qué estado se encuentra el proyecto. Si no has validado el modelo de tu negocio, no pierdas el tiempo en experimentos de copys o colores. Lo más importante es encontrar al Lead User y empujarle hasta el fondo del funnel para ver si paga, si se registra, si te usa o cualquiera que sea el objetivo de tu negocio. Dicho de otro modo, valida primero que tu idea de negocio es útil para alguien.
Y una vez validado…
Una vez hemos conseguido que algún usuario nos valide el modelo empiezan los experimentos para conseguir que más gente siga el camino. Vemos en qué punto del sistema se encallan. No vienen? No se registran? No nos usan? No repiten? No pagan? Es importante tener un esquema de los pasos del negocio. Un modelo que recomiendo es el de Dave McLure del 2007, las métricas Pirata: A(cquisition) – A(ctivation) – R(etention) – R(eferal) – R(evenue).
Hay tanto por hacer…
Esta es una de las frases que oigo a los emprendedores. Es obvio, cuando el negocio está en sus primeras fases, todo está por hacer. Una de mis labores como advisor es, no sólo ayudar a discernir lo importante de lo secundario, sinó además implantar las herramientas para que el emprendedor sea autónomo. De este modo se consigue aumentar el ROI del dinero disponible. Quizás llegamos al final y nos damos cuenta que el modelo no funciona, pero habremos seguido los pasos más importantes sin perder ni un minuto en algo que no nos despeje dudas relevantes.
You must be logged in to post a comment.
You must log in to post a comment.