Algunos meses han pasado ya desde que iniciamos la andadura en el Departamento de Innovación. Muchos meses leyendo, entendiendo qué puñetas es innovar, qué no lo es, intentando crear las reglas y el marco que nos permitan desarrollar nuestro trabajo. Suscribiéndome a blogs, quitándome de muchos. Si leo lo de siempre, haré lo de siempre. Escribiendo nada en el blog por tener un montón de focos abiertos y ninguno cerrado. Todo son ideas poco conexas. Como en este post. Frases cortas.
Lo fácil es pensar que inventar y tener ideas es innovar
Listados y listados de ideas abandonados en excels que han desgastado la buena voluntad de aquellos que las ofrecían por no recibir feedback ni saber qué pasaba con ellas. “Hombre” Tú estás ahora en Innovación? Porqué no hacemos tal y cual?” Hay que procedimentar este flujo de ideas. Fomentar las ideas, pero con un proceso más reflexivo para que el mismo que tenga la idea la mastique un poco.
Ser semilla
Otro de los frentes es explicar en qué estamos y porqué. Si explicamos el PORQUÉ ayudaremos al resto a tener foco en sus colaboraciones. Tenemos que transmitir que estamos haciendo cosas distintas de formas distintas para que vean que es posible. Tenemos que compartir éxitos y no-éxitos para enseñar a fracasar de forma constructiva. Internamente tenemos que crear los canales y algo que finalmente podamos explicar. Externamente, encontrar la linea editorial. Están pasando cosas que merecen la pena explicar, pero algunas son estratégicas y mejor que se queden en petit comité por ahora. Recibimos propuestas de colaboración cada semana y tenemos que visualizar, orientar e integrar estos inputs de forma que sumen y no nos hagan perder el foco.
No chutáis a puerta?
Este trabajo de oficina ha tenido mucho de teórico y poco de sacar cosas. Mucho de sentar bases (esfuerzo, porqué todo el mundo tiene su día a día), mucho de reuniones con pizarra y dedos negros, mucho (muchísimo) de entender qué queremos hacer y qué no para evitar hacer lo de siempre, de hacer entender a la alta Dirección qué van a hacer estos dos tíos y para qué piden un budget, hacer entender las lineas que se explorarán, bajar cosas al suelo, que se vea la luz al final, demostrar qué retorno habrá y explicar como pueden ayudarnos.
El pollo del arroz con pollo y las pruebas de concepto
Albert lo había dicho muchas veces: “esto es el pollo del arroz con pollo”. El core de algo. La esencia. Mi primer proyecto se estaba torciendo por gordo. El sindrome del tercer decimal, sufría. Perfeccionismo. Es otro InfoJobs me dijeron. De repente, en una crisis de “esto costará dos años de hacer”, sacas las tijeras y preguntas: “qué pasaría si corto por aquí”. Hombre, morir no moriría nadie… Si quito esto, funcionaría igual? Y si quito aquello? Resultado: en dos semanas una prueba de concepto lista para ser usada en un entorno controlado y ver si funcionaría. El pollo. En ocho un proyecto a producción con un poco de arroz si vemos que la idea ha aguantado. Formas distintas de hacer las cosas. Un chut a puerta sin haber armado la pierna. Luego a explicarlo bien para ser semilla en casa.
Finalmente delivering the goods, como decía Jobs. Pero hay taaaaanto trabajo aún…
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