Un estudio de la Rice University en Houston, aparecido en The Economist, ha hecho una correlación entre el aspecto de las personas y su capacidad de saldar deudas.
Me imagino esto llevado al mundo de la selección de personas.
Qué pasaría si hubiera empresas que aceptaran o descartaran candidatos por su edad, nivel de obesidad (o flaqueza), sexo o raza, cuando por su perfil profesional, aptitudes o experiencia serían perfectamente válidos?
Nótese un toque de cinismo.
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