No escribo en el blog desde hace varias semanas por diversas razones. Por un lado, llevo casi un mes y medio en la nueva posición de Responsable de Innovación, que me ha llevado a extremar el proceso de alejamiento de las temáticas puras de Recursos Humanos que empezó hace casi tres años, centrándome más en tecnología, nuevos negocios, tendencias, innovación, etc. No sólo tengo que cambiar yo sino hacer que la Compañía entera entre en un flujo de cambio y creatividad y eso me deja el tiempo justo para soltar lo que me interesa en un escueto Tweet.
A todo esto se le junta algo que me pasa desde hace también bastante tiempo: nada nuevo bajo el sol. Quizás debería cambiar los blogs que leo (hice una purga tremenda la semana pasada y me he quedado con la mitad de blogs en el Reader) pero leo cosas que yo escribía hace casi cinco años, cuando las redes sociales y lo 2.0 se despertaba en Estados Unidos. Bastante a menudo me siento cansado por volver a oir aquello por lo que pasé hace tanto tiempo y que ahora parece novedad. Me apetece poco ver las mismas temáticas y me apetece menos volver a escribir oooootra vez sobre ello.
Un ejemplo de ello es que el otro día pensaba en el símil de la evolución del hombre y los RRHH. Los reclutadores pescan en los portales de empleo y los headhunters cazan, pero la evolución del hombre nos indica que el siguiente paso evolutivo después de la caza o la pesca en los Recursos Humanos son la agricultura y la ganadería.
Durante el verano de 2008, el Director de una Consultora de Personal de Barcelona orientada a perfiles medios-altos, vino a verme para plantearme una pregunta: qué puedo hacer para innovar en mi negocio? Pam. Me lo soltó así, en frio, en una sala. Se me ocurrió decirle que no se dedicara a ser reactivo a los procesos y que se dedicara a estar en las redes sociales, que entrara en procesos con retornos no tan inmediatos, que tratara con sus candidatos, que interactuara con ellos aunqué no tuviera un proceso activo, que les ayudara en sus inquietudes laborales, que los conociera, que organizara eventos offline para socializar con ellos, etc. En definitiva, que se transformara en granjero.
Creo que el cortoplacismo ha sido ultrabeneficioso para muchas Empresas que han aprovechado los tiempos de bonanza, pero en tiempos de escasez sobrevivirán aquellos que puedan entrar en ciclos más largos, tengan recursos para arar, sembrar, regar, desbrozar, segar y tener el granero sin ratas.
PS: Por cierto, el grano se pudre si está mucho tiempo en el granero, así que acaparar porqué sí followers en Twitter o Facebook tampoco es productivo.
Artículo en el blog: La evolución del hombre: ser granjero http://www.davidmonreal.com/la-evolucion-del-hombre-ser-granjero/
Hola David,
Mucha suerte en tus nuevas funciones. La verdad es que estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas y la analogía con la agricultura y la ganadería me parece muy acertada. Demasiados años con malas prácticas e ignorando a candidatos que ponen su confianza en una oferta de trabajo.
Mucha suerte en tu nuevo rol.
Martín
Gracias, Martín! :-)
D.