Después de la crisis de principios de siglo y siguiendo las más básicas leyes del péndulo, la situación fue favoreciendo poco a poco a los trabajadores, ante lo cual tomaron fuerza los conceptos de Marketing al Candidato, Employer Branding y todas esas palabras sobre las que he hablado durante años.
Algunas empresas se han estado lamentando de la escasez de talento pero han sido refractarias a la nueva tendencia, la mayoría (viendo las barbas de su vecino cortar) han solucionado sus procesos invirtiendo “sólo” más dinero o aplicando nuevas metodologías de selección para controlar sus inversiones.
Los candidatos han disfrutado de esta época de bonanza donde sobraban las ofertas de empleo y la capacidad de negociación era alta. Si no gustaba un trabajo, pagaban mejor en otra parte. A lo largo de estos años, las Empresas se han lamentado de la impuntualidad de los candidatos, de lo escuetos de algunos CVs, de la dificultat en retener a los empleados, del efecto mercenario y una larga lista de síntomas asociados a los tiempos de abundancia.
Por su parte, las empresas debían lucir sus mejores galas, hacer fantásticas descripciones de los puestos de trabajo, abrazarse con fuerza a conceptos de marketing para destacarse de la competencia, etc.
Esta situación ha beneficiado a un medio informal, ágil y más barato como internet… generando un masivo movimiento hacia él y provocando heridas casi mortales en los soportes tradicionales.
Cambio de ciclo
Ahora soplan aires distintos. El péndulo lleva meses en el terreno de los reclutadores y ahora son los trabajadores los que han empezado a sentirlo: hay codazos por los pocos puestos de empleo que hay en el mercado. Hay superábit de candidatos y son ellos los que deberán empezar (los que no lo hayan hecho ya) a destacar de la competencia.
Ahora es cuando quien ve las barbas de su vecino cortar corre a hacer sacarle brillo a sus contactos en LinkedIn y poner en práctica el ABC del Personal Branding.
He oído voces que pedían EREs responsables… que eso dañaría la imagen de los que lo hagan “a la ligera”.
Seguro?
Me gustará saber si se seguirán aplicando los conceptos de marketing en los Departamentos de RRHH. De hecho, me encantará ver que pese a que la bonanza juega de nuevo a favor de los reclutadores, se sigue trabajando mejorar la calidad del reclutamiento.
UPDATE: Para muestra del lado en el que está el péndulo, esta frase que leo en Cheezhead: “Well if he/she doesn’t like it, they can leave and try to find a job in this economy”. Lo curioso del caso es que no solo la leo hoy, sino que la oí en castellano hace meses de un directivo.
Desafortunadamente, creo que ahora serán las Empresas las que aprovecharan esta época para relajarse en este aspecto, del mismo modo que los candidatos se relajaron después de la crisis de principio de siglo y aprovecharon su momento del movimiento del péndulo.
David, en la empresa clásica, rancia y casposa, es decir en casi todo el tejido empresarial español, sigue mandando el palo aunque nos han vendido la zanahoria durante un tiempo.
En el mundo de R2H2 más clásico, actualmente apenas se disimula un: “ahora os vais a enterar…”.
En mi opinión, esta crisis va a terminar de romper los escasos vínculos entre empleador y empleado. Y esa es una buena noticia porque de este modo plantearemos esas relaciones como las de demandantes de servicios y proveedores de servicios. Profesionales con marca que ofrecen sus servicios a las empresas, independientemente del tipo de contrato.
Supongo que cuando esto pase, no vuelvan los llorones habituales con el rollo de “esta juventud ha perdido los valores” o de la falta de compromiso , que en el fondo es una excusa para pedir más, dando lo mismo, es decir, para ocultar la incompetencia.
¡Ah! y me alegra volver a tenerte ahí. ;-)
Hola. Trabajo en el mundo R2H2 pero no me considero precisamente “clásico”. Coincido con Andrés tanto en el análisis como en el deseo. Creo que la empresa tradicional tiene los días contados, afortunadamente. R2H2 ha perdido por completo su credibilidad, si es que alguna vez la tuvo. No se puede ir por ahí pregonando el mucho talento que uno tiene en su empresa y luego tratar a tus empleados como si fueran idiotas intentando venderles motos que tú mismo no comprarías. Y que conste que me gusta trabajar en R2H2 y me apena y avergüenza que lo hagamos tan mal por lo general.
JM