La semana pasada estaba hablando con una empresa del sector viajes y estuvimos comentando un nuevo proyecto al que deberán enfrentarse en los próximos meses: desde la central deberán resolver las peticiones de personal de las más de 1000 oficinas de una de sus marcas.

Me pidió si podíamos ofrecerle un servicio con el que ella pudiera hacer llegar los CVs almenos a sus jefes de zona. Estuvimos pensando en voz alta durante un rato para ver qué podría cuadrarle mejor.

Al cabo de un rato mi contacto me dijo que la competencia le permitía mandar los CVs por mail a sus oficinas, a lo que le respondí que, según la ley de protección de datos, esto es ilegal. Además, el correo electrónico se considera un medio de transmisión no seguro de este tipo de información. Tuve que decirle que esa no era una opción y que, además, fuera con cuidado a volver a hacerlo.