Esta mañana en el tren estaba luchando contra el sueño mientras miraba como ha cambiado el mar desde que ha empezado el frio. La chica que estaba sentada delante de mi llevaba ya un rato durmiendo medio desnucada, con la boca abierta y sosteniendo en su regazo uno de esos periódicos gratuitos que te ofrecen a la entrada de la estación.

Uno de los titulares era que faltan perfiles farmacéuticos y médicos para trabajar en España debido a los bajos salarios.

Yo conozco un caso: mi madre. 30 años trabajando como endocrinóloga y todavía no tiene plaza, no cobra trienios ni quinquenios ni nada de nada, tiene que visitar a un paciente (sea primera visita o no) en 5 minutos y luego pasar a otro. Ah, y el portero de casa cobra más que ella.

Recuerdo que hace un par de años hicimos una campaña para el NHS inglés para reclutar a perfiles médicos y de enfermería. A pesar que había una gran masa de esos perfiles, no había muchos que en su CV parecieran estar interesados en cambiar de trabajo y menos irse a otro país. El sueldo era que ofrecían era excelente y preparamos la campaña de manera que nadie pudiera escapar al impacto de alguno de los banners o las ofertas que publicamos.

Los resultados no se hicieron esperar.

Conforme me iban llegando los datos parciales de la campaña a nivel europeo, mi sorpresa iba en aumento. InfoJobs se colocó desde el comienzo en primera posición a una distancia abismal del siguiente portal (no recuerdo quien fue). InfoJobs bombardeó de forma imparable con CVs durante tres semanas el portal de NHS. Médicos de diferentes especialidades, enfermeros y enfermeras, farmacéuticos, etc.

Al final, la cifra de CVs provenientes de InfoJobs multiplicaba por 3 la suma de CVs enviados por el resto de países. Eso dice mucho de la situación en la que se encontraban (y se encuentran) estos profesionales.