Estoy un poco empachado de información y supongo que necesitaré unos días para digerir la avalancha de información que recibimos en el curso de IESE.
Hoy hemos salido a comer los del equipo y una de las conversaciones ha salido el tema de la automotivación, la capacidad de uno mismo de cantarse las cuarenta, la capcidad de responder positivamente a una crítica constructiva, adoptar mejores prácticas, la no auto-complacencia… en resumen, la responsabilidad.
Casualmente es uno de los temas que salió a relucir en las charlas con Cosimo Chiesa: la peligrosa tendencia a hacia la falta de responsabilidad.
Se puede entrar a discutir si primero fue el huevo o la gallina. Podemos discutir si los trabajadores son así por como han sido tratados históricamente por sus Compañías, pero la verdad es que me deja perplejo encontrarme con gente que no siente verguenza, que se atreve a decir en voz alta que no llega a objetivos y que lo dice mientras se levanta para ir a tomar un café, que promete enmendar sus errores pero se contenta con ir a medio gas y no se esfuerza por brillar, que pide aumento de salario sin demostrar ningun tipo de progresión profesional (ni personal), que permiten que cambies dos veces la fecha de la entrevista y tampoco se presentan a la tercera.
Será que me hago mayor y me estoy radicalizando? Será que soy raro? Hay algo que creo que el curso no pretendía enseñar pero que yo he aprendido: no hay un tercer aviso.
El primer dia del curso en IESE, Cosimo nos hizo elaborar un listado con las 25 características de nuestro vendedor ideal. A continuación nos hizo guardar el listado hasta el tercer día de curso en el que todos dijimos una de las características que habíamos apuntado. El 90% de nosotros dijimos características actitudinales… y pienso que a no ser que estemos hablando de un tipo de venta muy técnica, una gran parte del proceso de entrevista debería ir enfocado a este tipo de aspectos.
Si alguien quiere aprender, lo hará.
No creo que sea que te estás haciendo mayor ;), ya que yo soy joven y también observo en muchos ámbitos una falta de responsabilidad brutal de la gente.
Aún soy estudiante, y me asombro y apeno cuando veo la cantidad de gente que se pasa las horas fuera de clase sin hacer nada, cuando se toman las clases como una obligación, cuando su objetivo es aprobar el examen y no aprender…
Yo creo que la libertad es importantísima, pero también que un mayor grado de libertad debe ir acompañada de un grado igual de responsabilidad para que sea beneficiosa.
Un saludo!
Me haces sentir mejor, Carlos :-) Gracias por el comentario.