Interesantes aportaciones de Andrés y Àlvar Solache en la entrada de ayer sobre las nuevas modalidades en los contratos:

David, el mercado laboral está cambiando radicalmente y la mayoría de los directivos no se están enterando de nada.

¿Por qué razón debería un joven profesional entregarle a una empresa parte de su vida (fuera del horario laboral, claro está)? ¿Por una subida del IPC más 1 punto? ¿Por una extensión de su contrato basura? ¿Por una mala mirada de su jefe?

Creo que es posible hacer las cosas bien si se tiene interés, pero parece que incluso los directivos están desmotivados.

Andrés tiene razón en su apunte, aquí se junta todo y todo tiene un porqué. Esta tendencia a evitar las responsabilidades y a hacer patente la necesidad de disfrutar de la vida personal proviene de algún punto, aunque es dificil determinar el origen y por ello la solución. Aún así, Àlvar en su comentario apunta algunas tendencias (en catalán, pero creo que no necesita traducción) que son una clara muestra de la realidad hacia la que nos movemos:

-Augmentar l’autoocupació.
-Ser molt mes responsable de que som la majoria a la feina.
-l’Augment del teletreball

Por un lado, que cada uno se auto-ocupe. España es uno de los cinco países con mayor número de trabajadores autónomos de Europa, con casi tres millones. Esta cifra se ha incrementado un 90% en los últimos 5 años.

En cuanto al teletrabajo, España empezó a incorporar esta modalidad a finales de los 90, cuando estábamos casi a la cola de Europa en esta materia. En el estudio sobre la Situación de la Sociedad de la Información de 2001, Telefónica apuntaba a un retraso respecto al crecimiento Europeo y aún ahora -cuatro años más tarde- somos casi el farolillo rojo del ranking, con debates sobre los sueldos

Las razones que causan este hecho son la falta de infraestructuras que favorezcan esta modalidad y el desconocimiento (o desconfianza?) de los directivos de las particularidades de estos contratos.

Pienso que en los próximos meses el debate irá en aumento.